CELEBRACIÓN DEL “DÍA INTERNACIONAL PARA LA REDUCCIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES” EN FILIPINAS

Somos conscientes de que queda mucho por hacer y aprender.

Cada año se producen en el mundo numerosos desastres provocados por fenómenos naturales que generan pérdida de vidas, medios de sustento, economías e infraestructuras básicas. Gran parte de sus efectos podrían reducirse a través de medidas de acción preventiva y de planificación adecuadas.

Este año, el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres pone el foco en los Sistemas de Alerta Temprana. Tal y como los describe la Organización de Naciones Unidas, los sistemas de alerta temprana deben ser capaces de identificar correctamente un peligro inminente. Pero además deben garantizar que las comunidades reciben la alerta, que la entienden y, lo más importante, que saben actuar en consecuencia. Por lo tanto, una alerta temprana debe desencadenar una acción temprana bien preparada y probada. En el caso de peligros que se aceleran rápidamente esto significa a veces evacuar y buscar refugio adecuado.

FRS trabaja desde hace años, junto con su socio local Cáritas Cáceres, en capacitar a los gobiernos locales y a las comunidades de Siruma y Tinambac (Filipinas) para mejorar su preparación y respuesta ante los desastres de origen natural, a través de formaciones, elaboración de mapas de riesgo, planes de contingencia, realización de simulacros y construcción de centros de evacuación, entre otras acciones. Todo ello con la finalidad de reducir el impacto de estos desastres y, por supuesto, con el objeto de salvar vidas. Por ello mejorar la capacidad de resiliencia de las familias y su capacidad de respuesta ante desastres, promoviendo alternativas para garantizar en todo momento el acceso a servicios básicos (seguridad alimentaria y salud) es la prioridad.

Como conmemoración de este día, cabe destacar que no solo prevenir y mitigar los efectos de los problemas subyacentes que se evidencian ante un desastre, fortaleciendo las capacidades y los sistemas de las comunidades para hacer frente y recuperarse con prontitud y eficiencia. Es un deber de todos, y del trabajo conjunto entre gobiernos y comunidad, es también aunar esfuerzos para trabajar con los miembros de los Consejos de Desarrollo de los barangays y de las Municipalidades, para promover, e incidir especialmente en el empoderamiento de la mujer, para que juegue un papel activo y de liderazgo en los espacios de decisión, más allá del presencial.

Somos conscientes de que queda mucho por hacer y aprender en pro de la Reducción del Riesgo de Desastres para identificar, evaluar y reducir las vulnerabilidades socioeconómicas resultantes de ellos, así como en su incidencia en el medio ambiente y otros peligros que los provocan.